sábado, 10 de diciembre de 2016

El milagro de los fijadores externos

¡Hola y bienvenidos! Hoy seguimos con la racha de explicaciones sobre cosas que se ven en Trauma pero que igual no sabemos muy bien cuál es su función o por qué están ahí. En esta entrada le toca turno a los fijadores externos.

La fijación externa es un método que se utiliza para muchas patologías hoy en día. Obviamente, en trauma se suele usar para fijar los huesos. El sistema es sencillo: Los fijadores se pegan al hueso por alambres o clavos y se garantiza la estabilización de la zona para conseguir finalmente una continuidad ósea. En otras palabras: Mantiene el hueso junto para que se cree de nuevo una única pieza maciza como antes de la rotura.

Este mecanismo se coloca mediante una intervención quirúrgica y, unas horas después, se le debe realizar al paciente una radiografía de control para ver si el cuerpo lo acepta y si se ha dejado bien colocada toda la maquinaria.

El tiempo de retirada depende muchísimo de la capacidad del propio organismo del paciente, y su extracción se realiza mediante otra visitilla al quirófano. La recuperación es dolorosa, así como todas las recuperaciones postquirúrgicas pero no está caracterizada por ser la peor, sí que es aparatosa y puede causar algún trastorno de la imagen personal puesto que no es para nada estético.



Espero que os haya ayudado a conocer un poco más a estos acompañantes de planta que son los fijadores externos y entender su trabajo. Sin nada más que añadir, ¡nos vemos mañana!

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