Uno de los dos pacientes sufrió una dislocación de la prótesis de cadera (PTC); al ingresar nos contó que momentos antes del incidente sintió pinchazos en la zona y sensación de frío, a continuación; se desplomó cayendo por las escaleras. El postoperatorio fue de menos de un día, en él le tomamos minuciosamente las constantes y comprobamos que tenía las pruebas necesarias para someterse a la operación (Rx, pruebas de anestesia, medicación analgésica pautada por el médico…). Cuando regresó a planta después del procedimiento no refería dolor, pero horas más tarde tuvimos que darle calmantes intravenosos.
La recuperación después de un recambio de PTC es relativamente más fácil, pues aquellos que la pasan ya saben los pasos a seguir, el dolor que les va a provocar, y los esfuerzos que deben dar para una recuperación más ágil.
En cuanto a las complicaciones, en esta paciente determinada, hubo complicaciones en cuanto a la retirada de la sonda vesical, pues no fue capaz de orinar en un período de tiempo normal tomando una cantidad alta de líquidos, por lo que se le tuvo que administrar diuréticos. Además, en sus últimos días de hospitalización sintió de nuevo los pinchazos en la cadera acompañados de mucho dolor, por lo que se le administró morfina.
Finalmente y, a pesar de los contratiempos, en 4 días desde su ingreso se le dio el alta y se fue a casa con varios medicamentos pautados para terminar totalmente la curación en su domicilio.
¡Nos vemos mañana con la entrada de una nueva semana y con todos los cambios que eso supone!
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